La expresión "Ad Litem" se traduce como "para el litigio" o "para el juicio". En el ámbito legal, se utiliza para describir a una persona que ha sido designada para representar a otra en un caso judicial específico, generalmente cuando la persona representada no puede hacerlo por sí misma, como en el caso de menores de edad o personas con discapacidades.
En ocasiones, también se utiliza para describir a un juez que ha sido nombrado para conocer un caso en particular, o casos limitados, y no teniendo el mismo estatus que un juez de la corte, aunque la expresión más común para referirse a este tipo de jueces es “ad hoc”.
La figura del "Ad Litem" es crucial para garantizar que todas las partes en un proceso judicial tengan una representación justa y equitativa, especialmente aquellas que no pueden defenderse por sí mismas. Esto asegura que el sistema judicial funcione de manera justa y que se respeten los derechos de todos los involucrados.
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